Plan9 Recomienda: La mitología de Julia Holter
Como una caja de cartón, algunas fotos y un disco gris. Así se podría describir a Have You In My Wilderness (2015), la pieza clave de la discografía de Julia Holter. También, como 46 minutos de música sublime. “¿Te puedo sentir? ¿Eres mitológico?”, recita un par de veces en Feel You, el primer tema de un álbum perfecto.

Su búsqueda musical comenzó en su cuarto, donde experimentaba y se grababa ella misma. Con el tiempo, se ha impuesto como una de las artistas más adoradas y aclamadas por la crítica. Hace un año, el 11 de octubre del 2016, deslumbró en el Nescafé de las Artes en una noche inolvidable donde sonaron acordes que hablaron de tragedias, ciudades y la naturaleza.
La californiana se presentó con Devin Hoff en el contrabajo, Corey Fogel en la batería y Dina Maccabee en la viola. Con Holter firme en su teclado, conformaron una puesta en escena intensa. Una interpretación diferente a todo lo demás.
Ambientado con humo y luces azules, el espacio se llenó con lo mejor del álbum del 2015, con espacios para Goddess Eyes, Horns Surrounding Me, In The Green Wild y So Lillies, que se oyeron en un show que duró menos de lo esperado.

Si en algo destaca Julia sobre el resto, es en la poesía de sus letras. Los tracks de Have You In My Wilderness, forman un relato mítico de distintas situaciones inconexas, hechas con la misma pasión que ya había demostrado en el pasado.
En Loud City Song yace una narración sobre los habitantes de una ciudad, la aparición de pájaros malignos y la destrucción de la misma. El hilo conductor de una historia que termina con City Appearing, otra obra maestra de la artista.
Pero fueron las canciones del Have You In My Wilderness las que generaron la histeria en el lugar. La primera gran ovación llegó con Betsy on the roof. Varios minutos de aplausos impidieron seguir con el setlist. Ocurrió lo mismo con Feel You y Vasquez. Tres composiciones de otro planeta.
Sin embargo, tener 4 discos y presentarse por menos de una hora y media es algo imperdonable. Todo pasó demasiado rápido. Pero la esperanza de que vuelva a Chile siempre estará.
Meet & Greet
Otro momento imborrable de esa noche lo vivieron quienes conocieron a Julia después del concierto. Alrededor de 8 suertudos cumplimos el sueño de compartir unas palabras, de sacarse fotos y pedir su firma.

Estar frente a frente con tu artista favorita, y explicarle que todo de esa noche parece un sueño, como si fuese una película de David Lynch, es una idea surrealista. Más aún si alguien de producción te entrega el disco que tanto se he comentado.
Con la frase “Voy a primera fila porque me parece lo más grande que hay” pude conocerla. La sinceridad triunfó.
El mito de Julia Holter transformado en una persona común y corriente, agradecida de sus seguidores. Fue la vuelta a casa más eufórica de la historia.
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